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jueves, 22 de octubre de 2020

Tiempo de catedrales.



 

Pasada la terrible frontera del año mil, un monje llamado Raúl Glaber escribió: "...y el mundo se cubrió con un blanco manto de iglesias".

El Día de las Catedrales se celebra el penúltimo sábado de octubre. No estoy muy seguro de si saberlo le encantaría al viejo Raúl, o lo dejaría totalmente alucinado. Para empezar, como todos los monjes, escribía lo que había leído e imaginaba, no la realidad. Las iglesias no eran blancas, al revés. El mundo sí era en blanco y negro, como lo fue hasta anteayer. Teñir ropas, pintar muros, un privilegio. El uso del color suponía una frontera insalvable, excepto en aquello que nadie puede evitar: que haya flores en primavera, verdes y amarillos en verano, una paleta ardiente de color de otoño y el gris desnudo del invierno.

Raúl Glaber no mentía contando otras cosas: hubo una muy larga hambruna en Europa a finales del siglo que iba a acabar en 999. Frío inusual, malas cosechas, muertes, signos como eclipses de sol y luna. Pero el mundo no se acabó en el amanecer del año mil. Y cuando muchos mueren, queda más para repartir. El tiempo de las catedrales empieza entonces. Eso significa que se respira. Que vuelve a circular dinero para invertir. Que las pequeñas ciudades, las medianas y las medio grandes dedican parte de sus ingresos a una obra en la que caben todos. Significa también que se reabren caminos, rutas que recorren los que construyen intercambiando ideas, trabajos, lenguas. Tras el pánico, el mundo se mueve.

Posiblemente por eso deberíamos recordar. Tras un terror a medias real y muy orquestado, el mundo se movió. Redescubrió los colores pintando sus iglesias. Se atrevieron. Solemos decir que somos hijos de Grecia y Roma. Vale. Y de la Edad Media. Anteayer.


Feliz Día de las Catedrales.


Para acompañar a la lectura un poco de música pincha aquí



(Nota: el mismo sábado es también el Día de las bibliotecas, pinchad  https://todoloquetienenombrexiste.blogspot.com/2020/10/el-dia-de-las-bibliotecas.html)




sábado, 10 de octubre de 2020

Costillas del Caserío/Baserriko saiheskiak.


 

Para este plato de cuchara necesitamos tomate desecado, ñora, una hoja de laurel, sal, pimienta, un poco de aceite de oliva, puerro, apio, zanahoria, patatas, caldo, un puñado de almendras, ajo, pimentón de la Vera y un par de costillas por comensal.

En primer lugar doramos las almendras y el ajo, majándolas bien en el mortero. Podemos añadir un poco de caldo al majado.

Mientras doramos las costillas salpimentadas. Doramos también la verdura bien picada, ponemos el laurel y el pimentón con cuidado de que no se queme. Se añade el caldo y se deja cocer a fuego lento unos 20 minutos.

Se cascan las patatas y se les da la cocción bastante para que casi estén hechas. Al final se incorpora el majado y se deja reposar caliente.



Como todos los guisos, está mucho mejor hecho de víspera.


Dedicado a la memoria de mi abuela, que tantas cosas sencillas y baratas supo enseñar.


Imágenes propias, bao la misma licencia que el Blog.



sábado, 3 de octubre de 2020

Patatas a la riojana

 



El verano ya ha pasado de largo y empiezan apetecer platos de cuchara. En nuestro hogar la hemos dado por inaugurada. Con unas patatas a la riojana, una de las especialidades de esta que os escribe.

Necesitamos patatas, ajos, cebolla, pimiento choricero, aceite de oliva, sal, pimienta, un buen chorizo, y caldo y/o agua.

Pelamos las verduras, las lavamos y las cortamos en trozos muy pequeños. Ponemos la cazuela al fuego con un chorrito de aceite.

Incorporamos cebolla, ajo, el pimiento, el chorizo y dejamos que se doren. Cascamos las patatas, salpimentamos, vertemos agua o caldo y dejamos a fuego medio hasta que hierva.


Después bajamos  a fuego lento durante unos 20 minutos.





Emplatamos y buen provecho!!!!!






PS: Las de las fotos llevan un puerro en honor al maño, y un poco de pimentón de la Vera. 


La receta se la dedicamos a Nieves.


Imagenes propias bajo la misma licencia del Blog.