El ajedrez llegó a Europa como aportación de la
cultura islámica a través de una doble vía: en primer lugar al-Ándalus, desde
donde se extiende hacia el resto de la península ibérica; más tarde, los
contactos culturales asociados a las cruzadas terminan de difundir el juego por
el continente europeo.
Durante la Edad Media se escriben al menos cuatro
obras dedicadas al ajedrez. La más famosa, el ‘Poema de ajedrez’ del rabino
sefardí Abraham ibn Ezrah. El ajedrez es considerado un juego de nobles, cuya
enseñanza ha de empezar a los seis años.
Durante el reinado de Alfonso X el Sabio las piezas
toman el aspecto que hoy conocemos, si bien la forma de jugar antes de finales
del siglo XV era más similar a como jugaban los persas en el siglo V que a los
movimientos del ajedrez actual.
El ‘Libro del ajedrez, dados y tablas’ fue encargado
por el rey sabio entre 1251 y 1283. Consta de 98 páginas y 150 ilustraciones en
color, e incluye los problemas de ajedrez más antiguos conocidos en Europa. El
único original conservado –que sepamos- se encuentra en la biblioteca del
Monasterio del Escorial.
El propio rey se hizo representar en varias de las
ilustraciones, si bien otros muchos personajes de la época mostrados como
jugadoras, jugadores o niños aprendiendo resultan totalmente desconocidos.
Sin embargo, en las miniaturas aparecen dos hombres
de los que se supone saber sus nombres y cargos, e incluso el motivo por el
cual aparecen en el libro. Se trata de dos caballeros templarios, Juan Fernández
Gay y Payo Gómez Barreto. En una carta de 8 de marzo de 1283 Alfonso X dona a
la Orden el castillo de Fregenal y otras varias posesiones en agradecimiento a
su lealtad cuando su hijo Sancho IV se levantó en armas contra él. Menciona por
sus nombres completos y cargos a ambos caballeros, al igual que pide en su
testamento al primero de los dos que recoja sus armas cuando muera y una
donación de mil marcos de plata, así como su guardarropa personal.
Bibliografía
Crónica de D. Alonso el Sabio, libro VI.
Muy buen artículo.
ResponderEliminarGracias!
EliminarQué flipada.
ResponderEliminar¿Porque no todos los dibus son dibus? XDD
ResponderEliminarPorque todos existieron una vez.
EliminarMuy bueno el articulo.
ResponderEliminarGracias, Aur: me alegro de que te guste.
ResponderEliminarSi los miras y sabes que existieron es diferente.
ResponderEliminarExistieron. Y sin duda muchas de las personas miniadas también, aparte del propio Alfonso, que está 'inmortalizado' seis veces. La gran mayoría existió, creo saber a qué tipo de sensación te refieres, Chelo. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarImpresionante.
ResponderEliminarBastante, para mí. Gracias por el comentario, Juan Marcos.
ResponderEliminarQué interesante.
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