Aviso a navegantes: si no os gusta que la comida pique, podéis saltaros esta receta. O eliminar el picante, claro.
Necesitamos pechuga de pollo cortada en dados de tamaño uniforme, lima, jengibre (mucho mejor si es fresco), guindilla, cebolla morada, ajo negro, sal, pimienta,curry y un poco de harina. Ponemos a marinar el pollo con todos los ingredientes y el zumo de lima. Como mínimo ha de estar un par de horas, dándole vuelta de tanto en tanto. Mucho mejor si se deja la noche entera de víspera.
El resto es sencillo. Ponemos aceite a calentar en una sartén, enharinamos ligeramente los dados de pollo sacudiendo bien la harina y los freímos a fuego vivo hasta que queden dorados y crujientes.
Vamos escurriéndolos sobre papel absorbente, y los servimos acompañados de una ensalada verde a vuestro gusto.
Imágenes propias,bajo la misma licencia del blog.
Ademas el adobo se puede cambiar por el que uno prefiera y así tener plato nuevo cada vez. :)
ResponderEliminarEn mi caso quitaría el picante, aunque así le quitaré la gracia de la receta... Y no es por capricho, es porque a mi chico le sienta fatal.
ResponderEliminarUn saludo
Saludos, Carmen. Quítale el picante y juega con otros sabores (hierbas, por ejemplo). Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarFácil y rico. Lo hago jajajajaja
ResponderEliminarY bien picante...Atrasado, pero Feliz Día del Bierzo, por ayer.
ResponderEliminarHambre...
ResponderEliminarMira que es fácil, Len. Anímate.
EliminarMe llama la atención, tiene que estar bueno. Gracias.
ResponderEliminarSaludos, Presentación. Si te gusta que pique...está buenísimo.
ResponderEliminarDe pecado.
ResponderEliminarYa veo que has probado la receta, Ari XDDD
ResponderEliminarYa veo que has probado la receta, Ari XDDD
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