Los primeros jabones de la historia fueron
emulsiones líquidas con textura similar a la de un gel, mezcla de tierras y
plantas. La hierba saponaria combinaba bien con arcillas blancas, tipo caolín,
y con cenizas. Las mezclas resultantes tenían que prepararse al momento para
una función concreta, ya que no era posible endurecerlas dejándolas secar, ni
almacenarlas o guardarlas. De hecho, la función primera de los jabones se
centraba en desengrasar –sobre todo, lana- y en la limpieza de ropas de origen
animal o vegetal.
El jabón duro –capaz de ser secado, almacenado,
transportado y comercializado- empieza
con lo que aún hoy llamamos jabón de Alepo (Siria). Básicamente se trata de una
mezcla de agua de manantial, hidróxido de sodio o sosa caustica (NaOH) obtenido bien de la planta salsola
kali o de sal marina, aceite de oliva virgen y aceite de laurel. La
mezcla se saponifica permitiendo un largo proceso de secado, siendo el
resultado totalmente duro y conservable. Conocido desde hace unos dos mil años,
sigue elaborándose de forma artesanal.
La receta, con variantes, se difundió por el
Mediterráneo occidental a partir de las cruzadas, en el siglo XII. Concretamente
el jabón de Alepo es origen de los que conocemos como jabón de Marsella y jabón
de Castilla.
¿Podemos hacerlo en casa? La pregunta del millón.
Por supuesto que podemos.
Para saber más:
Jabón de Castilla.
Jabón de Marsella.
Imágenes: Wikimedia Commons.
He leído la entrada y también las páginas que recomendáis y me parece sumamente difícil todo el proceso de elaboración del jabón.
ResponderEliminarBesos
Nosotros hacemos jabón -digamos que 'tipo Castilla'- en casa. Basta con ir guardando aceite usado en cocina y respetar las proporciones de aceite, sosa y agua. Usamos una cuchara de palo de las grandes y un barreño de plástico. De todos modos, Leonor puso paso a paso y con fotografías el proceso casero en este blog. Y tampoco pasa nada no haciéndolo XD.Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAhí tienes, por si te parece así más fácil.
ResponderEliminarhttp://lauesku.blogspot.com.es/2014/07/reciclando-jabon-casero-i.html
http://lauesku.blogspot.com.es/2014/07/reciclando-jabon-casero-ii.html
He leído las dos entradas que hicisteis y la verdad es que si que parece fácil. He recordado que hace muchos años, muchísimos, vi hacer jabón durante un verano, en el pueblo de mi abuela, pero lógicamente era muy pequeña para fijarme en el proceso y además no dejaron que me acercase demasiado. Habrá que probar porque yo siempre tiro el aceite usado en los contenedores que existen para ese fin.
ResponderEliminarGracias por la lección. Besos
No hay de qué, Ambar. Es una buena manera de reciclar el propio aceite usado.Buen fin de semana.
ResponderEliminarEl jabón casero, fabricado con grasa, no es igual ni mucho menos al que venden en los supermercados. Así que cada vez que tengo oportunidad le suelo pedir alguna pastilla a alguna vecina o familiar mayor que se apiade de mí...
ResponderEliminarUn saludo y gracias por desvelarnos el secreto
Lleva su tiempo y hay que guardar unas precauciones mínimas, pero (creo) que vale la pena. Y no es difícil. Gracias por tu comentario, Carmen.
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