Se llama 'trabajo en negro',
'blackwork' o 'bordado español', y su historia resulta curiosa. Parece ser que
Catalina de Aragón y Castilla, primera esposa de Enrique VIII de Inglaterra,
llevó en su ajuar una gran cantidad de ropa bordada con esa técnica. La técnica
en sí (bordar con seda o lana teñida de negro especialmente, aunque también de
rojo, sobre lino o algodón) tenía tradición en la península ibérica. La
influencia musulmana en esos bordados y en los realizados con hilos metálicos
de plata u oro puede rastrearse en objetos conservados actualmente hasta el
siglo XIII. Bordados así aparecen en ropas y cojines expuestos en el Museo de
Telas (Burgos).
El trabajo en negro pasó a
ser una moda en Inglaterra. Una moda limitada a la corte y la alta nobleza. Se
trataba de una labor especializada, cara y difícil de mantener en buen estado.
Todos los bordados debían poder quitarse del traje antes de limpiarlo, y su
propia limpieza requería un cuidado extremo. Solían meterse en agua fría con
sal, unas gotas de limón y el almidón necesario para mantenerlos ligeramente
rígidos.
La dificultad de
conservación aumenta debido a la proporción de colores ferrosos utilizados para
la tintura. Debido a ello se importaba a Inglaterra seda o lana peninsular,
cuya coloración empleaba mucho menos residuos ferruginosos. Los bordados que
aún podemos ver en retratos de Enrique VIII o Isabel I tenían ese origen.
(1) Dama con una liebre.
Juan de Borgoña, fines siglo XV. Bordado español 'primitivo'.
(2) Bonete del infante don
Felipe, siglo XIII. Bordado en negro con hilos de oro y plata, Museo Telas
(Burgos).
(3) Izda. Detalle bordado
español e el Retrato de Jane Seymour, Hans Holbein, 1537. Dcha. detalle del
retrato inferior
(4) Isabel I. autor anónimo,
1590.
Imágenes: Wikimedia Commons.
La de cosas que saben algunos historiadores XD. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEs que yo soy un tipo muy curioso (en el buen sentido de la palabra) XDD
ResponderEliminarQué cosas...
ResponderEliminarCuriosas, ¿Verdad?
ResponderEliminarLa de cosas que ni sabemos ni nunca nos preguntamos.
ResponderEliminarPara eso están las entradas que caben bajo el rótulo de 'curiosidades históricas' XDD
ResponderEliminarEsas mismas. No tenía ni idea, que asombroso.
ResponderEliminarTrabajo de chinos, como se suele decir.
ResponderEliminar¿Había profesionales o todo lo hacían en casa?
ResponderEliminarHabía profesionales. Y cuando decimos 'en casa' no bordaba una sola persona...La reina, por ejemplo, cuando se dice que ella bordaba las camisas hay que considerar que tenía un séquito propio bastante nutrido. Sus doncellas hacían esas labores también.
ResponderEliminarHasta el título me ha gustado.
ResponderEliminarMera traducción XD...
ResponderEliminarMe apunto a leer miniartículos de ese estilo. Muy bueno.
ResponderEliminarEspero ir escribiendo más en esa línea. Gracias por tu interés Juan Marcos.
ResponderEliminarBuenísimo.
ResponderEliminarMe pareció curioso y, sin duda, un tema poco conocido (salvo para expertos, supongo)
ResponderEliminarOtra cosa que no sabía, y ahora ya la se.
ResponderEliminarMenudo trabajazo,¿Verdad?
ResponderEliminarChapeau.
ResponderEliminarGracias. Cosas que no sabíamos (yo tampoco) XD
ResponderEliminarComo divulgativo histórico, excelente. Raro. Por la temática. Claro que los montaraces son raros, o eso decían en la novela.
ResponderEliminarInfundios, todo infundios XDDDD
ResponderEliminarInteresantisimo.
ResponderEliminarGracias, Juan. Me gustan las cosas que no sabemos, o a las que nunca le damos importancia.
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