Hace ya un tiempo que escribí
sobre las vivencias en las salas de espera de centros médicos y hospitales.
Quiero hablar sobre las experiencias humanas, sobre aquello que ocurre en esos
lugares que existen desde que hemos estado enfermos y seguirán siendo útiles por
siglos.
Ascensores que se llenan en
las horas de visita y citas medicas durante el día, en las noches tan solo
guardan los ecos de habitantes temporales; otros prefieren mover las piernas,
recorren los laberintos de escaleras y pasillos.
Rutina de uno a treinta, tan
solo el cambio de estaciones puede servir de brújula. Eso y que en la tele o en
la radio o quizá el móvil nos marque una fecha y un día en la vida.
Felices quienes ingresan por
su propio pie para una intervención programada o un mal menor, que en uno o a
los sumo dos días, volverán a esa realidad que aunque es descarnada en
ocasiones, carece de la atmósfera caótica e inexorable de la clínica.
Aquellos que entran por la
puerta de urgencias, muchos desorientados, dolidos, molestos por haber
interrumpido su vida normal. Los pacientes entran, con suerte, pronto hacia la
casa de curación mientras los
acompañantes se quedan en la entrada, en incómodos asientos, a veces entre
cuatro paredes y otras con ventanas enormes que muestran a los que al otro lado
del foso siguen sus vidas.
Menos amables y más terribles
son las ambulancias, animales blancos de metal que braman avisando que en sus
entrañas llevan a alguien cuya vida está a merced de las nornas o moiras, de aquella que sostiene las tijeras: Atropos,
de quien depende cuando cortar el hilo.
Imagen de Wikipedia, wikimedia comoons
Autor and user: Giftagger.
Pasa saber más.
Muy certero. Y muy catártico.
ResponderEliminar:) gracias
EliminarCada persona podría aportar sus propias vivencias en relación con los hospitales y me temo que casi nunca son divertidas, más allá de reconocer la profesionalidad de nuestros ATS y médic@s.
ResponderEliminarUn saludo
Es cierto que cada cual tiene sus experiencias e historias y mas si hay que acudir con regularidad por goteras. En estos tiempos más hay que reconocer, como bien dices desde los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, y hasta seguridad y limpieza, gracias a su trabajo la estancia se lleva mejor. Un abrazo y buen septiembre Carmen.
EliminarY sin mas.
ResponderEliminargracias por comentar Lucas.
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