Protected by Copyscape Duplicate Content Detector

lunes, 18 de mayo de 2020

Un clásico: el pulpo a la gallega.





Ya sabemos que el pulpo a la gallega o pulpo a feira suele servirse sobre una tabla de madera. Si hace frío, la opción B -en cazuela de barro- hará que no se quede helado en tres minutos.



Necesitamos patatas de calidad. De las que al cocerse ni quedan harinosas, ni se desmoronan. El pulpo, claro. En este caso ya venía cocido, un par de patas. Sal, pimienta, pimentón picante (mejor de la Vera), y aceite de oliva. Nada más.




Se lavan muy bien las patatas y se las pone a cocer, enteras, en bastante agua con sal. El punto justo de cocción es cuando se pinchan con un cuchillo y la patata resbala y vuelve a caer al agua.




Mientras, cortamos las patas del pulpo en rebanadas homogéneas. Unos veinte minutos más tarde las patatas estarán a punto: las sacamos del agua y ponemos en ella el pulpo, solo para calentarlo.




Hacemos rebanadas de patata bien estiradas en la cazuela: momento de ponerles pimienta recién molida, el pimentón y el aceite.




Sacamos el pulpo a un colador, lo sacudimos bien y lo colocamos sobre las patatas. Un poco más de pimentón y aceite y a la mesa, que se enfría.








Imagen propia, bajo a misma licencia que el blog.

4 comentarios:

  1. Me encaaaaaaaaanta!!!!!!!!!!!!! Y con el hambre, que tengo ahora, casi me como el móvil!!!

    Lamento no estar ahi con uds. Besos y abrazos

    ResponderEliminar
  2. Lástima no poder enviarte un plato a través de la pantalla, Myriam. Al menos, ya ha visto qué fácil receta para hacer. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Qué pintaza. ¡Buen provecho!
    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Ese si que es light, Carmen, patatas incluidas. Muchas gracias por comentar, y buen resto de semana.

    ResponderEliminar