Como casi todos los comienzos, fue casual. Una calle conocida, una mañana de esas que se llaman 'administrativas' (o cómo rellenar impresos, chupar cola y poner a prueba la paciencia), entramos por fin a tomar una birra fresquita.
El lugar sumaba puntos por segundos. Madera rústica, hasta un columpio de aquellos de tablón y soga. Una estantería donde intercambiar libros y juegos de mesa. Gente agradable tras la barra, tapa vegana. O no, a escoger.
Ayer hubo una reunión. Leer poemas propios. Hasta prosa poética (que no encaja en casi ningún sitio). Bastante gente. Joven. Atrevidos o tímidos, atentos, leyendo en formatos muy lejanos del papel manuscrito. Por completo distinto a la primera experiencia, tan encorsetada. Claro que hay que usar alguna táctica (con la estrategia ya diseñada):
la broma inevitable, el minichaparrón que dura medio minuto, los treinta segundos de mirada directa, sonrisa de rompehielos y se acaba. En mi caso, claro: evidentemente podía -por edad- ser el padre del 80% de la cuadrilla. Algo obvio que se pasa enseguida. Lo demás, genial. Buenos poetas (chicas y chicos). Algún pánico escénico, esas cosas le suceden a mucha gente, seguro que la próxima ya no es tan grave. Muchas ideas, intercambios, opiniones.
Y (para mí, claro) una Ainhoa capaz de hacer aplaudir al aforo, por la calidad y porque la vida da más tablas que el Oscar, y la seguridad se gana ganándole al miedo. Desde ese estratégico lugar en el cual eres invisible para cámaras, móviles y aforo, disfruté viéndola sonrojarse (fijo que lo negará, fijo) con la ovación. Luego salí de la nada y me tocó a mi jugar mi juego, con mucho menos mérito porque conozco muchos más trucos, perro viejo.
Y os recomiendo el bar. Encarecidamente. Será, si nada raro sucede, una cantera de experimentos, novedades y retos.
Imágenes propias, tomadas con el permiso de los propietarios y de los que aceptaron salir, bajo la misma licencia que el blog.
Nota: https://www.facebook.com/arte1granada/ para ver y saber más del lugar y el evento.
¡Genial! Da gusto como se renuevan las tertulias de escritores.
ResponderEliminarYa te digo. Gente con ganas de decir cosas, escribir cosas, inventar e inventarse. Muy buen rollo. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSería estupendo que cundiera el ejemplo y volvieran las antiguas tertulias a los cafés y a los bares.
ResponderEliminarEstoy segura de que Ainhoa y tu estuvisteis geniales.
En realidad era una tertulia (o varias, en grupitos) solo que la cerveza ha desterrado al café con leche XD. Y, desde luego, Ainhoa estuvo genial. Gracias por tu comentario, Ambar.
ResponderEliminarEstos sitios merecen la pena ser descubiertos para disfrutar y compartir en buen ambiente y mejor compañía.
ResponderEliminar¡A disfrutar!
Un saludo
Eso hicimos, Carmen. Lo pasamos genial. Y me ahorro la carta de birras, porque ya se que no eres birrera. También había vinos...XDDD
ResponderEliminar