Llamando a Don Carnal

Nos encantan las fiestas y disfrutar: y si se hace barato, barato, mejor que mejor. Se nos antojaron unas costillas con su camita de verdura y éste fue el resultado:

Compramos unas costillas de cerdo que quitaban el sentido y  tenían muy buena pinta. Le pedimos al carnicero que nos las cortara costilla por costilla para poder manejarlas mejor. Nos costaron unos cinco euros.

Pusimos el sábado por la mañana a macerar la carne, con miel, mostaza, romero y el jugo de una naranja y dejamos que reposara durante unas pocas horas y que macerara bien.

Después como veis en la foto, asaltamos el frigorífico y sacamos toda la verdura que teníamos: pimiento verde, rojo, cebolleta, ajos, puerro, y patata. También encontramos unos champiñones, un poco tímidos, que no quisieron salir en la foto. Una lástima.

Lavamos y troceamos la verdura y la pusimos en una sartén con muy poco aceite y salpimentada, a fuego lento para que se pochara.

Por otro lado en una parrilla pusimos a asar las costillas a su amor, rociándolas de vez en cuando con el jugo del marinado. Despacito, y si no tenéis campana extractora abrid bien toda la casa.

Después sólo queda buscar un sitio donde colocar todo y  con que acompañar, agua, vino, cerveza… eso ya a gusto del consumidor.

Si os atrevéis a experimentar ya nos contareis… estas salieron que nos chupamos los dedos.

Buen provecho.

Imagenes: Propias, misma licencia que el Blog