Cuchara, es lo que piden estas fechas. Necesitamos arroz, hongos (valen champiñones si es el caso), zanahoria, judías verdes, cebolla, ajo, guisantes, y cualquier otra verdura de temporada. Sal, caldo casero, pimienta, aceite de oliva, tomate y azafrán (o colorante alimentario, o pimentón dulce, o dejarlo pálido que tampoco pasa nada).
Mientras rehogamos la verdura lavada ponemos a calentar el caldo.
En este plato es mejor que haya caldo suficiente, aunque sobre. Siempre puede hacerse con él una sopa de ajo para la cena. Una vez bien rehogada la verdura se dora el arroz con ella, el azafrán y/o el pimentón en caso de usarlo. Se incorpora el caldo y se va dejando hacer a fuego lento.
Removerlo con cuchara de palo hará que la textura sea melosa, muy semejante a la de un risotto. Es necesario ir añadiendo caldo hirviente poco a poco para mantener el equilibrio de cocción y que el arroz se haga sin secarse y sin quedar en exceso caldoso. El resultado viene a ser como podéis ver.
Desde luego, os ayudará a combatir el frío y os saldrá barato. Que aproveche.
Imágenes propias, bajo la misma licencia que el blog.
Yo lo hago muy parecido al tuyo y le añado unos taquitos de jamón serrano al sofrito. Está para repetir.
ResponderEliminarBesos
Desde luego que lo está. Anotamos tu variante, Ambar. Muchas gracias.
ResponderEliminarYo soy de dejar los arroces pálidos, como bien dices. Huí hace tiempo del colorante alimenticio por la cantidad de componentes que tiene y el azafrán, pues ya sabes, está caro de narices. Y si el guiso está bien hecho no necesita ningún condimento más.
ResponderEliminarUn saludo
Nosotros usamos azafrán (cuando se puede), y a veces pimentón de la Vera o cúrcuma. Y si no, pálido. Gracias por tu comentario, Carmen. Un saludo.
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